viernes, 12 de noviembre de 2010

Nichts kann verhindern, dass mein Tod glatt und schmerzlos

Nada puede estropear este momento, ¿Quien iba a creer que la mayor incógnita del mundo, fuera tan simple y satisfactoria? Nunca había experimentado tanto placer junto, todas mis memorias pasan por mi retina, como el reflejo de los coches en un charco sucio en una interminable carretera durante una jornada asqueada. He encontrado el sentido de la vida, la hermosura de su ingenio y no me ha gustado, vivimos encerrados en nuestro propio entendimiento de la materia, no dejamos abrirla a lo oculto, a lo inimaginable, a lo desconodo. Pero yo sí lo he hecho y confieso que me ha reconcomido algo oscuro en mí desde ese día, no he podido dormir, los ojos me pesan, y mis brazon besan el suelo pidiendo clemencia, estoy derrumbado, el desamparo acompaña mi lecho cada noche, mientras todo lo existente se consume, me siento como un lápiz de color blanco que observa como se consumen los demás colores mientras él sigue pudriéndose en su sitio. De todas las opciones, esta me pareció la mejor, puedo sentir como me llaman, como rugen junto con el viento, y me aseguran un sentido a todo esto. El atractivo de la vida está en su misma fealdad, soy un hombre grandioso por una vez en mi historia.


-Cuando terminé de leer las lineas de carbón escritas en la pared, las piernas me fallaron, no tuve el valor suficiente de avanzar hacia la puerta del ventanal abierta, ventanal que daba al acantilado.
La culpa de todo es mía, por creer que el amor podría solucionar los problemas del autismo.


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